Dioses Estelares

Los Dioses Estelares eran unos viajeros intergalácticos, miembros de la raza de los Axi Tun cuya nave, averiada, se estrelló en la Tierra. La accidentada llegada de los alienígenas fue presenciada por el científico alemán Schmidt, conocido más tarde como Brain Drain. Su cuerpo físico fue destruido, después que le afectara el choque de lo que creía que era un meteorito. Sin embargo, el meteorito resultó no ser tal, sino que se trataba de la nave espacial averiada de los cuatro alienígenas que al ver que su llegada había provocado la muerte de Schmidt, reconstruyeron su cuerpo transformándolo en Brain Drain.

Los extraterrestres, que más tarde serían conocidos como los Dioses Estelares, mostraron a Brain Drain el Anillo de las Nébulas, el cual aumentaba la capacidad de las máquinas. Desgraciadamente, ahora Brain Drain era más máquina que hombre, y el Anillo incrementó sus poderes mentales al máximo, permitiendo controlar a los Dioses Estelares. Brain Drain rebautizó a los Dioses Estelares, llamándolos como personajes de la opera de Wagner el Anillo de los Nibelungos, la obra preferida de Hitler, así, rebautizó a los tres Axi Tun "Macho" como Donar, dios de la Tormenta, Froh dios del Rayo y Loga, dios del Fuego y a la única chica la llamó Brunilda.

Precisamente Brunilda logró escapar, llevándose consigo el Anillo de las Nébulas, Brain Drain envió a los tres hombres a combatir a los Invasores, mientras ordenaba mentalmente a Brunilda que regresara al castillo que era su base de operaciones.

Brunilda regresó efectivamente, pero acompañada del Capitán América. Brain Drain le contó a Brunilda su verdadero origen y esta, furiosa con el villano, le arrebató el anillo, y lo arrojó a una cuba con ácido, lanzándose ella a continuación, cuando los otros Dioses Estelares llegaron al castillo, junto a los restantes Invasores, Brunilda les contó su verdadero origen, y los tres se lanzaron también a la cuba, lo que provocó una violenta explosión que destruyó el castillo, se desconoce si los Dioses Estelares murieron en la explosión, aunque no se les ha vuelto a ver.