Cuervo Rojo

El niño que acabaría convirtiéndose en el Cuervo Rojo viajaba junto a sus padres a bordo de uno de los primeros aviones en cruzar el Océano Atlántico cuando el avión se vio inmerso en un denso banco de niebla y se estrello contra la Isla del Pueblo Pájaro oculta en su interior. Los habitantes del Pueblo Pájaro eran en su origen una escisión de la raza de los Inhumanos que había abandonado Attilan. Al contrario que estos, vivían en una ciudad construida en lo alto de una "isla", la cual, debido a la acción de poderosos dispositivos anti-gravitacionales, flotaba sobre la superficie terrestre. Mientras que la mayor parte de los Inhumanos poseían poderes diferentes a los de sus iguales, el Pueblo Pájaro poseía una apariencia similar a la de los humanos comunes a excepción de sus enormes, alas emplumadas, que les permitían volar. El niño fue el único superviviente del accidente de aviación y el Pueblo Pájaro, también conocidos como los Alados, decidió criarlo como si fuera uno de los suyos.

El Pueblo Pájaro bautizo al niño con el nombre de Cuervo Rojo debido a su cabello rojo fuego y, cuando creció, le entregaron un traje que le permitía volar. El traje contenía aparatos anti-gravedad en miniatura e incluía grandes alas artificiales a juego que le permitían dirigir el vuelo y aprovechar las corrientes de aire mientras volaba. Al convertirse en adulto, Cuervo Rojo decidió explorar el mundo de los humanos. Se convirtió en un luchador contra el crimen entre los humanos y durante la 2ª Guerra Mundial formo parte de la Legión de la Libertad, una organización de aventureros disfrazados. Sin embargo los hechos de inhumanidad que podían llegar a perpetrar los humanos que pudo contemplar a lo largo de dicha guerra lo llenaron de amargura, volviendo de nuevo a la Isla del Pueblo Pájaro.

Allí, tuvo conocimiento de que el Pueblo Pájaro, que consideraban a los humanos comunes como seres inferiores, pretendían conquistar a la Humanidad mientras esta se hallaba debilitada por causa de la 2ª Guerra Mundial. Cuervo Rojo trató en vano de convencer al gobernante del Pueblo Pájaro de que se verían ampliamente superados en número y la raza alada sería exterminada si iban a la guerra. Para salvar la vida del Pueblo Pájaro, Cuervo Rojo liberó un gas que los colocó en animación suspendida. Tras ello, colocó a cada uno de los miembros en cápsulas especiales individuales diseñadas para mantenerlos con vida, sepultando la isla bajo el Océano Atlántico. Finalmente se puso a sí mismo en animación suspendida en otra cápsula, tras haber programado un dispositivo que devolvería a la superficie la isla años después y lo despertaría.

La isla emergió de nuevo a su hora, siendo descubierta por el mutante Ángel. Tras luchar con él, Cuervo Rojo sumergió de nuevo la isla y volvió a la animación suspendida. Pero meses más tarde, un terremoto submarino arrastro su cápsula, que floto hasta la superficie del océano, haciendo que Cuervo Rojo recuperara la consciencia siendo incapaz de realizar movimiento alguno. Finalmente sería auxiliado por su antiguo aliado, Namor. Sin embargo, los métodos utilizados por Cuervo Rojo para inducir la animación suspendida, habían afectado adversamente a su salud mental. A consecuencia de ello, se propuso revivir al resto de los miembros del Pueblo Pájaro, destruir a la Humanidad y apoderarse de la Tierra. Cuando Cuervo Rojo trató de despertar al Pueblo Pájaro, descubrió que las cápsulas no habían funcionado correctamente y que la raza entera había muerto. Habiendo perdido el juicio a causa de la angustia, Cuervo Rojo golpeo con sus alas metálicas uno de los paneles principales de control sin darse cuenta de ello. A consecuencia de ello, la isla del Pueblo Pájaro fue aniquilada por una tremenda explosión, matando a Cuervo Rojo.