Robo

Robo había sido acusado de haber cometido un asesinato y la Chica Leopardo lo capturó y lo entregó a la justicia. Sin embargo, Robo logró escapar y capturó al sumo sacerdote Giboga {JA 4/5-FB-BTS}. Robo hizo sonar los Tambores de la Fatalidad para atraer a la Chica Leopardo. Giboga le pidió que cesara de tocarlos, pues los tambores servían para llamar a los dioses de la tribu. Robo no creía en ese mito {JA 4/5}. En cambio asesinó a Giboga y se puso sus ropas ceremoniales {JA 4/5-BTS}. Al llegar al lugar, la Chica Leopardo lo tomó por el verdadero sacerdote y cayó de pleno en su trampa quedado atrapada en una red. De pronto un rinoceronte surgió entre la maleza y pese a estar atrapada en la red, la Chica Leoparto ayudó a Robo a escapar del embiste del animal. Aún así, Robo no la liberó. Entonces se manifestó ante él el espíritu de Giboga, asustado, Robo cayó del árbol y el rinoceronte finalmente acabó con su vida {JA 4/5}.