Venom: Lethal Protector

Drake insiste a Spiderman, ahora que Eddie Brock está muerto, ya no tiene necesidad de atacar sus instalaciones y puede marcharse, sin embargo, Spiderman le advierte que Veneno no es tan fácil de matar. En efecto, un científico confirma que todavía tiene pulso. Drake ordena llevarlo al laboratorio de disección y dejar aquí su traje para analizarlo, además, manda a los simbiontes para que tengan su prueba de fuego luchando contra Spiderman. Dos guardias de la Fundación llevaban a Eddie al laboratorio tal como se les ha ordenado, pero antes de que puedan atarlo, Eddie recupera la consciencia y los deja fuera de combate. Spiderman lucha contra los cinco simbiontes a la vez, logrando eludir sus golpes gracias a su larga experiencia y a la falta de ella de sus adversarios. Eddie aparece y reclama a los simbiontes, pero las criaturas no abandonan a sus nuevos huéspedes y recibe un golpe de todos ellos. Así que ponen en marcha otro plan, Eddie guía a Spiderman hasta el laboratorio de disección donde se hacen con dos armas sónicas. Aunque consiguen dañarlos, los simbiontes destruyen sus armas, así que se ven obligados a escapar de nuevo. Spiderman ayuda a Eddie a llegar al otro laboratorio donde finalmente puede reunirse de nuevo con su simbionte. El primero en alcanzarlos es el Carl Mach. Mientras Veneno le hace frente pide a Spiderman que active la jaula sónica que lo hizo prisionero, pero al no saber como funcionan los controles activa en su lugar el rayo de crecimiento acelerado de los simbiontes. Al alcanzar al simbionte adulto en el brazo lo envejece hasta reducirlo a polvo. Veneno quiere usarlo contra sus adversarios, pero Spiderman teme que pueda matarlos, así que Veneno deja inconsciente a Spiderman para poder actuar con libertad. El plan funciona y logra destruir los cinco simbiontes. Spiderman se recupera a tiempo para escuchar como activan la alarma de autodestrucción, así que Spiderman y Veneno huyen de la Fundación Vida cada uno por un lado distinto. Eddie obliga a uno de los conductores que escapaban a dirigirse hacia San Francisco.

Treece está cansado de jugar al gato y al ratón con los sin techo que viven en la ciudad subterránea, así que ha hecho traer explosivos para volar por los aires el subsuelo del lugar en el que están construyendo el parque. Dos sin techo ven a Treece ocultos entre unos matorrales y corren a advertir a Ethan y el Consejo de lo que está ocurriendo. Al escuchar las noticias, Elizabeth lamenta que expulsaran a Veneno, pero el Reverendo Rakestraw sale en defensa de esa decisión alegando que es un asesino y un demonio. Ethan pone fin a la polémica, lo que necesitan son soluciones. Al preguntar si tienen alguna, cae el silencio entre los presentes.