La División hace la fuerza*
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Tormenta lleva de regreso a Wakanda a Nehzlo después de la separación de la Patrulla-X. La recepción es extremádamente fría, pero T'Challa obliga a sus súbditos a acogerlo y le dice que el médico va a examinarlo.
En el laboratorio el médico constata que el estado de Nehzo ha empeorado y le dice que van a colocarle más tatuajes de vibranium, que se funden de nuevo con su piel. El vibranium es lo único que mantiene la fuerza del chico bajo su control y lo que hace que siga vivo, aunque parece que incluso eso está fallando.
Al día siguiente se encuentra con un niño en la calle que se queda mirándolo, es de los pocos que le ha dirigido la palabra, pero lo llama su madre gritándole para que vaya. Al cruzar la calle un camión está a punto de atropellarlo, pero Nehzo lo impide bloqueándolo con su cuerpo. Entonces se da cuenta que es su madre y el chico su hermano, pero la madre reniega de él. En Wakanda no es fácil aceptar a un extranjero y menos a un hijo mestizo. Esa noche, Nehzo contempla una vieja foto de sus padres en la que falta la cabeza de su madre.