Spider-Man Noir

Al Duende le han encargado matar a Ben Parker por estar realizando discursos con cáliz socialista en las calles de Nueva York. Después de que sus hombres lo capturen y le den una paliza, es finalmente el Buitre quien lo mata a mordiscos. Tras abandonar el cadáver, Peter fue quien lo encontró todo mordisqueado y pensó que le habían arrojado perros.

Ben Urich está haciendo fotografías de la miseria en las calles, mientras las recorre ve a May Parker está dando un discurso contra las clases políticas. Tres miembros de los Forzadores, Montana, Fancy Day y el Buey aparecen y piden a la mujer que se baje de la caja y se largue. Cuando la anciana clama por su derecho a la libertad de expresión, el trío no tiene reparos en golpear a su sobrino y en arrojarla a ella al suelo. Antes de que las cosas se pongan más feas, interviene Urich. El Duende no permite que los Forzadores le pongan las manos encima, así que los tres matones deciden dejar que se vayan. Urich sube a los Parker a su coche y los lleva a casa. La ira que corre por las venas del joven cala en Urich y decide llevarlo al Gato Negro, el local regentado por Felicia Hardy. Lo frecuentan no solo las clases bajas de la ciudad, si no también destacadas personalidades. Allí está el alcalde de la ciudad Jimmy Stryker, el Detective Rian junto a Emilio Alcuno, también el industrial Adolfus Crane y como no el Duende y sus hombres. Mucha de la gente tiene lazos unos con otros y son ellos quienes haciendo la vista gorda o bien ordenando directamente su asesinato, los responsables de la muerte del tío de Peter. Cuando el Duende se acerca por la mesa de Urich para presentar sus condolencias por la muerte de su tío, Peter le arroja un baso de licor por la cara. El Duende contiene al Buitre y rápidamente Urich se interpone y se lleva a Peter de ahí. Para protegerlo decide que empiece a trabajar para él en el Daily Bugle. Durante los meses siguientes se pasan siendo testigos de las miserias e injusticias de la ciudad, en particular del dolor que causa en ella el Duende.

La policía irrumpe en las oficinas del Daily Bugle, J.J. Jameson les ha llamada para avisarles que le han disparado. Al parecer nadie ha escuchado nada, pero cuando entran en la oficina ven a Spiderman con un revólver en la mano y a Jameson herido de bala sentado en su silla. La policía le pide que se rinda, pero Spiderman se marcha por la ventana.