Cráneo Rojo y el Cuarto Reich
CB 26-FB
Al ver las bombas caer, el Capitán Britania condujo rápidamente a su compañero hacia un refugio antibombas que se había construido para la guerra. Aunque antiguo, resistió el bombardeo y pudieron escapar ilesos de entre las ruinas del edificio.
CB 26
El Cráneo Rojo se vanagloria de su victoria, ya que en menos de una hora la bomba estallará sin que puedan hacer nada para evitarlo. El Capitán Britania le advierte que si se marcha es muy posible que Hunter logre desactivarla, por lo que tiene que quedarse hasta el final. Mientras hablan, Brian se va acercando y logra agarrar al Cráneo por la pierna. Al hacerlo el dispositivo teleportador se le cae de las manos y se precipita al suelo.
El Capitán América cree que Furia está muerto y se lamenta por su pérdida. Mientras está distraído un hombre del Cuarto Reich se le acerca por la espalda para dispararle, pero Furia se levanta de pronto y lo mata. Gracias a su chaleco protector está indemne. El Capitán América se coloca un jetpack en la espalda y los dos salen volando hacia el Big Ben.
El Capitán Britania no puede sostener durante más tiempo al Cráneo Rojo y lo suelta, pero en lugar de caer éste activa los mini propulsores de sus botas y se sostiene en el aire. Se congratula que no podrán desactivar la bomba ya que el dispositivo disparador se encuentra en un ordenador a millas de distancia. Entonces Brian salta sobre él, pero el peso de los dos no puede sostenerlo y caen hacia la calle. Usando su vara rompe los propulsores y el Capitán Britania se agarra a un asta de bandera. El Cráneo Rojo no tiene tanta suerte y colisiona dolorosamente contra el suelo. En esas llegan Furia y el Capitán América que recogen a Brian del asta. Al ver la manillas del reloj se dan cuenta que ya es media noche pasada y la bomba no ha estallado. Brian razona que al bombardear la Mansión Braddock destruyeron a Mente Maestra y con ello el mecanismo detonador. En el suelo, aunque herido, el Cráneo Rojo intenta alcanzar el dispostivo teleportador.