La maldición rota
X2 27
Júbilo se enfrenta al Señor Mortal quien la ataca a gran velocidad. Por los pelos pero Júbilo consigue hacer frente a las primeras estocadas. Fuera Tiro Raudo ha dejado fuera de combate al Escorpión y ve una fuerte explosión en otro punto de la isla, se trata de Masacre que ha disparado con el tanque que estaba usando el gremio de asesinos para divertirse, ya que hace tiempo que han huido. Dominó y Cuchilla Fantasma han perdido el contacto con sus líderes, así que deciden reunir al resto e ir para allí. Ojos Nocturnos sigue luchando contra Lady Bullseye sin que ninguna de las dos guerreros logre prevalecer, pero las explosiones hacen que Lady Bullseye considere que sus posibilidades de obtener la recompensa hayan disminuido notablemente y decide retirarse. Por su parte Visigodo tumba a Hacha Negra, así que el grupo está casi al completo. Dominó tiene un plan y primero encuentra a Sendero de Guerra quien deja sin sentido a Matón. En el interior de la base de misiles, la lucha entre el Señor Mortal y Júbilo prosigue. El mercenario es indudablemente más rápido y pone contra las cuerdas a Júbilo. Finalmente la chica se deja empalar por la katana de su adversario para acercarse lo suficiente para golpearlo y aturdirlo. Pero cuando se dispone a rematarlo de un mordisco Raizo y Tormenta la convencen de lo contrario. El Señor Mortal reconoce su derrota, saluda a su adversaria con una inclinación y se teleporta. Júbilo arranca la estaca del pecho de Raizo y lo ayuda a levantarse. Ahora que el peligro ha pasado pueden hablar y Júbilo le dice que quiere quedarse con los Perdonados, así que el equipo de Tormenta coge el Pájaro Negro y se marcha.
Lugar: Manhattan, Nueva York
Personajes: Alyssa; Brad; Sirenas
Alyssa de la Secta Sirena se encuentra en secreto con Brad, otro vampiro y verdadero responsable del ataque contra Raizo. Buscaban matar a Raizo y sus Perdonados pues consideran que socavan todo lo que define a los vampiros. Además consideran a Drácula un monarca anticuado y buscan la forma de convertir a los vampiros en los señores legítimos del mundo.