Wolverine vol 2

La teniente Granger y el detective Hicks se dirigen al lugar donde se ha cometido un atroz asesinato con el mismo modus operanti que otros casos en St. Louis, Charlotte, Ft. Lauderdale y Houston. Los cuerpos están horriblemente mutilados y a todos ellos les han extraído el cerebro. Uno de los policías se les acerca y les dice que tienen a un testigo. Se trata de un niño que idolatra a Spiderman y hace un dibujo del supuesto asesino, que indudablemente recuerda a Lobezno.

Lobezno se toma unos tragos de cerveza en un bar de carretera en Dunwich. La camarera intenta ligar con él, pero él se la imagina descuartizada en su cabeza. Tras rechazar a la joven se va al coche y se coloca el traje de Lobezno. Al cabo de unos minutos ya está en el sanatorio donde conoció al Doctor Rot. Allí desciende hasta el sótano donde fue torturado para intentar encontrar pistas de su paradero. En la sala donde guardan los expedientes es atacado por unas criaturas deformes parecidas a grotescos cerebros humanoides. Los seres cambian de forma y adoptan la apariencia de seres queridos y enemigos de Lobezno, pero eso no impide que el mutante termine destripándolos a todos. Al salir del sanatorio, Logan no se da cuenta que está siendo vigilado por un cerebro-cámara. La transmisión es emitida directamente hasta la guarida del Doctor Rot. Logan lleva en la mano su expediente, así que Rot ya ha visto todo lo que necesitaba ver y ahora tiene trabajo que hacer.

Hace ya varios días que Lobezno no aparece por el Instituto y no tienen ninguna pista de donde puede encontrarse, tampoco Rachel es capaz de contactar telepáticamente con él. Oya avisa a Kitty que hay unas personas que quieren verla esperándola en la puerta. Se trata del agente especial Dennis Wells acompañado por la teniente Gringer y el detective Hicks quienes están buscando a Lobezno. Rachel ya los ha sondeado mentalmente y saben el motivo por el cual lo están buscando.