Wolverine and the X-Men vol 1

Al nacer el hijo de Thomas Logan su madre, la hija de un herrero, se marchó para no volver en cuanto le cortaron el cordón umbilical. Thomas a penas crió a su hijo permitiéndole tan solo vivir con él y alimentarse de las sus sobras. Pese a todo muchas veces se olvidaba de la existencia de su hijo y lo dejaba abandonado. ASí que muchas veces tuvo que encontrar el camino de vuelta a casa desde una taberna perdida en mitad de la noche norteña. De alguna manera siempre lograba regresar como si fuera un sabueso, motivo por el que Thomas puso el mote de Perro a su hijo. Las veces que estaba sereno, Thomas la emprendía con su hijo al que azotaba sin descanso ni motivo alguno. Los Logan trabajaban como sirvientes para la familia Howlett y Perro se hizo amigo de James el enfermizo hijo del matrimonio Howlett. Pese a su difícil vida compadecía al hijo de sus patronos ya que era tan enfermizo y frágil, no como él que soñaba con una vida llena de aventuras.

Tras la muerte de su padre, Perro comprendió que su hermano James nunca podría comprender el verdadero significado de ser un Logan, pues había crecido en un ambiente blando y consentido. Esa noche aprendió que algún día tendría que enseñárselo. Perro subsistió robando en las calles y en su afán por encontrar compañía quiso agruparse con una banda de perros callejeros, pero al llevarles comida para compartir con ellos, los hambrientos chuchos se comieron el pescado y pan que había conseguido enseñándole que estaba completamente solo.

Perro Logan entra en una taberna y cambia varias pieles de perros salvajes, glotones y unas garras que un indio le vendió asegurándole que eran de un Wendigo por licor con el que emborracharse. Al escuchar a dos hombres llamados Boon y Amus que hablan sobre un hombre salvaje que atacó a un tal Stagg Hasselweight por matar crías de búfalo, Perro se interesa por la conversación y exige que le muestre donde lo ha visto, pero al amenazarlo varios clientes salen en defensa de Amus y se lanzan sobre Perro. Más tarde Perro ha encontrando el rastro de su hermano y lo sigue hasta una mina, al entrar encuentra unos cristales que lo teleportan en el tiempo.

Los Diamantes Temporales mandan a Perro un centenar de años hacia el futuro. Una vez que aprende a controlarlos, Perro los usa para viajar por el universo y está en lugares que nunca habría imaginado. En otras ocasiones los diamantes actúan por cuenta propia enviándolo donde creen que debería estar. Gracias a ellos Perro consigue un gran número de armas alienígenas.

Lobezno está asombrado al ver a su hermano delante suyo, hace un siglo que desapareció y no supo nada de él. Perro Logan le asegura que solo se fue a explorar como siempre había querido y, provisto de armas alienígenas, ataca a su hermano con furia primero con un arma de rayos y luego con una maza dotada de un filo energético. Lobezno intenta razonar con él, pero Perro no cesa en su ataque. Le muestra un diamante temporal con el que fue desplazado hasta el presente y el responsable de sus aventuras. Usando una soga cargada de energía apresa a Lobezno y le asegura que no quiere matarlo, si no demostrarle que es mejor que él. Dice conocer todos los futuros a los que ha de enfrentarse su instituto y le asegura que en ninguno de ellos los chicos terminan bien. Necesitan un incentivo más grande que unos dinosaurios para curtirse y empleando el diamante atrae a un grupo de cavernícolas, androides asesinos y pistoleros del viejo oeste al frente de Máscara de Hierro.