Náufragos
CYCLOPS3 4
Corsario y su hijo siguen atrapados en el planeta alienígena donde se estrellaron. Los días van pasando y la medicina de Corsario se va consumiendo. El hombre entrena a su hijo con el uso de la espada, cosa que Scott considera poco útil. Durante una de las noches, Scott le pregunta a su padre como sobrevivió a su cautiverio y éste le responde que la rabia es un poderoso aliciente, pero a la vez peligroso y que fue Hepzibah quien lo ayudó a superarlo. En cierta forma Scott puede ver esa rabia en él mismo y sobretodo en su yo adulto. Corsario intenta reconfortar a su hijo asegurándole que la esperanza puede ser también una fuerza también poderosa, pero la rabia puede devorarte vivo. Scott está convencido que no dejará que sea así. Por este motivo vuelve a examinar los resto de la nave y encuentra el trazador que colocaron en ella los cazadores de recompensas. Aunque está dañado, Scott está decidido a repararlo. Ya quedan pocas dosis para la medicina de Corsario y un buen día son atacados por un grupo de depredadores de la fauna local, pero entre los dos consiguen matar a las criaturas y esa noche cenan esos bichos asados. Finalmente consiguen reparar el rastreador, así que solo queda esperar a que vengan los cazadores de recompensas para poder salir de ese planeta.