La matanza que viene
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Un gran número de demonios que Zelma tiene en su cabeza salen de ella. El Doctor Extraño intenta invocar a la Bandas Carmesí de Cyttorak para apresarlos, pero sorprendentemente éstas no se manifiestan, así que los demonios huyen por la casa. El hechicero quiere descubrir que son esas criaturas antes de dejar que Zelma se marche, así que los dos se adentran en el Sancta Sanctorum. Tras dar muchas vueltas finalmente llegan hasta la biblioteca, que ha sido invadida por los demonios, lo que no debería haber sido posible debido las protecciones místicas que tiene allí. Uno de los demonios sostiene el Grimorio de Watoomb que lanza hacia ellos y al abrirse expulsa a Zelma de la biblioteca. Cuando intenta regresar abre una puerta que da al infierno. Los muertos intentan atravesarla, pero una de las bocas de su cabeza lo muerde impidiendo que salta y así Zelma puede cerrarla de nuevo. Al llegar a la cocina, otra de las criaturas abre la nevera, pero Wong aparece y le pega un sartenazo. El sirviente extrae de ella unos tentáculos y se pone a cocinarlos. Ahora que está con Wong, la cosa ya está calmada y encuentran al Doctor Extraño en la biblioteca leyendo. Ha descubierto que los demonios que tenía en su cabeza son gusanos mentales y ella está conectada a través de hebras mucosas ectoplasmáticas a estas criaturas, por lo que es capaz de traerlas de regreso. Para ello se ve obligada a decir en voz alta todos sus secretos más profundos y oscuros, así que los demonios acuden en masa. El Doctor Extraño se interpone y los absorbe en su interior, dejando al fin a la chica libre de ellos. Antes de despedirse, Extraño invita a Zelma a regresar otro día para ayudarlo a ordenar la biblioteca y la chica accede. Poco después, sin que nadie se percate, una de las puertas de la casa se abre y un hechicero intenta escapar por ella del Empirikul, pero es capturado y vuelve a desaparecer a través de la misma puerta.
