Heridas superficiales
ANX2 5
Tras terminar de aporrear a Lobezna, la Mole se limpia la sangre de sus nudillos y levanta el cadáver de la criatura que pretendía comerse de encima del Ángel. Warren no lo ataca, así que la Mole decide irse a comer a otro lugar. Warren se acerca a Laura, que se encuentra inconsciente por la paliza recibida y tiene el aspecto de estar muerta. En la calle, Jank sigue la señal del Rastreador de Peligro y se da de morros con la Mole quien lo recibe con un puñetazo cabreado porque no le dejan cenar tranquilo. En Notre Dame, Oya grita a Dios que han de hablar. En otro punto de la ciudad, Cíclope se compra una pelota de fútbol, pero se le cae rodando. Sin darse cuenta, alguien lo observa desde las sombras. Cuando está a punto de recoger la pelota, la Mole atraviesa la pared mientras lucha contra Hank. Laura empieza a recuperarse de las heridas mientras grita de dolor. Warren es incapaz de contemplar la visión de su novia en ese estado. Evan y Bobby están comprando unas deportivas en una zapatería. El tendero, un chico joven, tira los tejos a Bobby, pero éste le da una excusa tonta para sacárselo de encima. A la salida de la tienda Evan consigue que Bobby se le abra y le dice que está confuso y todavía tiene que digerir el hecho que su yo adulto haya guardado su homosexualidad en secreto durante tantos años. La pelea contra la Mole llega hasta ellos, así que deben dejar la conversación y ayudar a sus compañeros. En el interior de la catedral, Oya tiene un conflicto interior con Dios, pues durante años le enseñaron a odiar a los mutantes y por eso se odiaba así misma. El Hombre de Hielo atraviesa los vitrales de la catedral, así que Oya se ve obligada a postergar su charla con Dios para unirse a la lucha. En el restaurante, Laura recobra el conocimiento y quiere saber hacia donde se ha ido la Mole, pero Warren está cansado de ver como la machacan y le dice que quiere cortar con ella.
