Royals

La Sra. Bellhauer se ha convertido en un ser monstruoso gigante tras un periodo de gestación terrígeno de casi tres meses. La mujer no controla su nueva forma y está causando una gran destrucción, así que los inhumanos de Nueva Attilán intervienen para contenerla. Iso logra crear una burbuja sin aire alrededor de su cabeza y la mujer se desploma inconsciente. Medusa recibe una llamada de Crystal desde Nueva Attilán avisándole que tienen visita.

Marvel Boy asegura que viene de una tierra alternativa en la que los kree resolvieron ya todo, incluido el problema de los inhumanos y que si se parecen en algo a los de su línea temporal conoce quienes son realmente y si quieres descubrirlo deberán emprender una búsqueda que ha de iniciarse en Hala. A pesar de que el planeta kree está destruido, Noh-Varr asegura que lo que buscan está demasiado protegido para que se haya perdido, pero no puede prometer que no haya muertes. Medusa decide asumir el riesgo y decide ir. Medusa siente la responsabilidad de la pérdida del terrígeno y cree que este viaje puede ser una forma de expiación. Iso no está de acuerdo con el viaje, pero no consigue que Medusa cambie de opinión. Flint también quiere acompañarlos y Medusa acepta que se una al grupo. Más tarde, cada uno se prepara para el viaje. Noh-Varr sostiene un frasco en el que se encuentra Plex y le dice que los inhumanos conseguirán lo que quieren y él también. Swain se despide de Panacea, quien aunque no siente tristeza por que se marche al no tener emociones le dice que desea que no muerta, Iso está enfurecida con Flint, ya que teme que pueda morir en el espacio y le pregunta que busca ahí fuera que no pueda encontrarlo con ellos. Crystal deja a Luna a cargo de Karnak y Mandíbulas, mientras que Gorgón se despide de su hijo que sigue en coma. Medusa quisiera hablar con Rayo Negro, pero su esposo se muestra pensativo y alejado y decide dejarlo para más tarde. A la mañana siguiente el grupo inhumano sube a bordo de la nave estelar Astarión y pone rumbo hacia Hala. Medusa se sienta en el puente de mando donde está el resto de la tripulación. Últimamente se está siento cansada y enferma y siente que se está muriendo. Los cabellos se le rompen y se queda con mechones agarrados entre sus dedos.

Un jinete de pterolicto desciende sobre la torre de la sabiduría mientras los durmientes se mueven irregularmente dentro de sus caparezones. Pronto despertarán y sus formas fantasmales astrales se alzarán desde esas tumbas para hacer el trabajo de la ciudad. El jinete saluda al último inhumano al que lleva hasta los acantilados negros. Allí lo deja en lo que parece un templo y le dice que más tarde regresará. El hombre se dirige hacia su interior donde hay una gran roca con inscripciones entre dos calderos ardientes. Sólo queda él para contarlo, para hablar de los siete que buscaron el secreto. Siete salieron y seis regresaron.