X-Men: Gold vol 2

Prestigio detiene telepáticamente la bala que va dirigida a la cabeza de Coloso, quien no ha podido adoptar su forma metática, y se la devuelve arrojándose a toda velocidad contra su máscara. Kitty se une a la lucha, pero Alud le advierte que no pueden desactivar las bombas que han encontrado. Como el Ejecutor decide que Prestigio es la amenaza más grande, la neutraliza gaseándola. Kitty la coge a ella y Coloso y atraviesa el suelo para poder ir a desactivar las bombas. Sus componentes son biotecnológicos, así que sus poderes de fase no pueden desactivarlas. Mientras, en el exterior de la escuela, Lobezno y Tormenta rescatan a Rondador Nocturno de la turba que lo estaba linchando. Logan se sorprende que las heridas no lo hayan matado, pero Kurt le responde que sí que lo han hecho, sin embargo, como ya murió y huyó del Cielo una vez, ahora no le permiten regresar. Kitty pide a Alud y Arena que evacuen la escuela y ella se arma con su katana para enfrentarse al Ejecutor. Durante la pelea con él, el asesino le coloca un anulador de poderes. El Ejecutor finge huir, pero cuando se encuentra a suficiente distancia apunta con su arma a Kitty, por lo que se ve obligada a rendirse y arrojar la katana. El hombre acusa a la Patrulla-X de causar bajas colaterales en sus enfrentamientos contra otros mutantes y no preocuparse por ellas. Kitty le responde que él es todavía peor, ya que está asesinando de forma premeditada. Al preguntarse si cree que su esposa e hijo aceptarían que disparase a sangre fría, él le contesta disparando contra ella. Coloso aparece y se interpone en la trayectoria, recibiendo él el balazo. También Alud ha entrado en la escuela y deja inconsciente al Ejecutor de un puñetazo. En su traje no tardan en localizar el dispositivo remoto para desconectar la bomba.

Dos rusos venden los restos de Arkady Rossovich a la Mano, aunque no saben que uso esperan darle.

Después de que Manhattan haya regresado a la normalidad, el Detective Mahoney se lleva preso al Ejecutor. Tras despedirse con él, Zully Garcia, colaboradora del despacho del congresista Zelman le entrega una invitación para testificar en el subcomité sobre la Ley de Deportación Mutante.