Doctor Strange vol 6

El Doctor Extraño se convierte en cobaya de los gryndanos, quienes lo mantienen prisionero y sondean sin piedad. En el planeta no parece haber ni una pizca de magia, así que no le queda otra que aguantar con la esperanza que alguien más sea hecho prisionero. Al septuagésimo día de su encierro sus deseos se hacen realidad. Una alienígena, que dice ser arcanóloga, es arrojada a su misma celda. La mujer ha sido capturada mientras intentaba apropiarse de unas reliquias enterradas en las afueras de la ciudad. Al mostrarle un diseño, Extraño lo reconoce como el Ojo de Basphorus, un objeto extremadamente poderoso. La arcanóloga improvisa una tecnovara y manipula el traductor que los gryndanos han implantado a Extraño. Así atraen al guardia y con la tecnovara lo noquean y destruyen las rejas de energía de la celda. Al salir al exterior Extraño descubre que los gryndanos han estado construyendo unas grandes naves espaciales tentados por todo lo que han descubierto en la mente del hechicero. Extraño comprende que ha puesto en peligro a la galaxia, pero no tiene más alternativa que huir en la nave de la arcanóloga. Al salir al espacio decide usar el Ojo de Basphorus y logra con el objeto crear una barrera de contención entorno al planeta para que sus habitantes no puedan escapar. La mujer queda sorprendida por el poder del hechicero y decide acompañarlo en su viaje.

Alguien llama a la puerta de una oficina llena de expedientes. Un hombre se encuentra sentado y da paso al visitante. Entra un ser con un brazo rojo lleno de escamas y entrega al hombre un sobre cerrado con el hombre del Doctor Extraño impreso en él. Al abrirlo hay una fotografía del hechicero usando el Ojo de Basphorus. El hombre levanta la vista y musita que no es nada aceptable.