Telón
A 230
Ojo de Halcón está afectado por haber causado la muerte de Cabeza de Huevo, aunque no haya sido su intención. Piedra Lunar se recupera y trata de escapar, pero los Vengadores la detienen y ella se rinde, ofreciendo su ayuda para contar la verdad de lo ocurrido con Hank Pym a cambio de un trato.
Cuando se reanuda el juicio contra Hank Pym, se demuestra que Trish Starr fue controlada mentalmente, y el testimonio de Piedra Lunar y Escarabajo consigue que Pym sea puesto en libertad sin cargos. Ojo de Halcón también es declarado inocente de la muerte de Cabeza de Huevo.
Abe Jenkins es conducido a la prisión. Allí se tropieza con un recluso que aparenta ser Samuel Smithers, pero que en realidad es un doble vegetal, sin que nadie lo sepa.
Elysius libera a Eros de la promesa que le hizo al Capitán Marvel de cuidarla. Él, contento, busca algún lugar donde vivir aventuras, e Isaac le recomienda que vaya a la Tierra.
Lugar: Puerto de Nueva York
Personajes: Pym, Hank; Starr, Trish
Hank Pym, Trish Starr y Fred Sloane, un amigo de Trish, dispersan las cenizas de Cabeza de Huevo en el puerto de Nueva York, después de su incineración. Trish dice se alegra de que su tío haya muerto, pero Pym piensa que todavía le queda una cosa por hacer.
Hank Pym acude a la Mansión de los Vengadores, pues éstos quieren utilizar el casco diseñado por Stark con Pym para ver si se ha encontrado bajo control mental cuando. Sin embargo, después de utilizar el casco, no hay ningún resultado. Pym les dice que los errores que cometió fueron culpa suya, no de nadie más. Entonces se celebra una vista para juzgar a Ojo de Halcón por la muerte de Cabeza de Huevo, y Pym testifica en su favor, diciendo que hizo lo que tuvo que hacer. Luego, Pym recoge sus cosas y se despide de Jarvis y del resto de los Vengadores, y le entrega al Capitán América su uniforme de Chaqueta Amarilla, diciéndole que solo necesita un buen hombre que lo lleve. Por último, se despide de la Avispa. Cuando abandona la Mansión, es recogido por Trish Starr que lo acompaña al aeropuerto, mientras la Avispa llora al verlo marchar.