La línea divisoria
A 321
Guardián decide seguirles el juego a los terroristas de Cuerpo de Paz y dejar que usen el dique seco para reparar el submarino. De esta forma pueden ganar algo de tiempo para planificar su siguiente movimiento y evitan más muertes. Strokov encuentra la bala que Prokvitch ha disparado contra Mantarraya apastada sobre la cubierta del submarino, al parecer el traje del Vengadores ha amortiguado el disparo. Los terroristas saben que no van a salir de aquí, así que deciden preparar las armas atómicas para dispararlas sobre Terranova en lugar de Nueva York como habían planeado originariamente. Mientras tanto, los tres grupos de héroes organizan un comando para asaltar el submarino integrado por Vostok, la Visión, el Capitán América, Puck, Box y Guardián Rojo. El primero en caer es Kuryestan quien se había quedado de guardia en el exterior. Mientras Box examina el exterior del submarino, el resto del grupo accede al interior de la nave. Puck sorprende a Allanson y libera a la tripulación del Viento Marino. El ruido de disparos alerta al resto del grupo, así que Voroshilov sale a hacerles frente, pero Vostok convierte su arma en una flor y Guardián Rojo la tumba de una patada. Cuando llegan a la sala de los misiles encuentran a Strokov y Prokvitch biológicamente conectados a los misiles.
Tyrak está furioso por lo que considera una violación de las fronteras de su reino subacuático por parte de los habitantes de la superficie. Para intentar averiguar porque estaban luchando contra ese submarino, lanza una sonda al aire con la que interceptar sus comunicaciones. Así descubren que el submarino fue secuestrado. Tyrak pretende aprovecharse de la situación y ayudar a los habitantes de la superficie a destruirse entre ellos. Inmediatamente él y sus tropas se ponen en marcha hacia la Isla de Terranova.