Conan el Bárbaro
CTB 20
Conan regresa a bordo de la embarcación turaniana. Nada más llegar un soldado de nombre Alafdhal le agradece haber destruido a los demonios-reflejo, pero el bárbaro le quita importancia al asunto. Entre los heridos encuentra a Fafnir, quien ha perdido su brazo y se lo han amputado. Conan intenta darle ánimos, pero el vanir lamenta no haber muerto luchando y languidecer ahora.
El Príncipe reúne a Conan y Balthaz y los envía en un comando que debe infiltrarse en la ciudad y rescatar a Tarim. Han recibido información de un espía en la ciudad sobre un punto de acceso seguro.
Nada más alcanzar los muelles el grupo de Conan se debe enfrentar a un grupo de guardias, pero están igualados en número y logran derrotarlos sin que den la voz de alarma. Conan fuerza al último superviviente a indicar el templo donde se encuentra Tarim. El hombre se lo dice y Conan impide que lo mate. Al entrar en el interior se separan. Mientras Conan se adentra en el templo, Balthaz mata a varios guardias, pero al oír unos gritos aterradores decide huir.
Conan mata a otro guardia y se encuentra frente a frente con Caissa que se presenta como una doncella del templo. Quien le pregunta si ha sido contratado por Kharam-Akkad, pero Conan le contesta que no tiene porque responder ante una doncella del templo.
Lugar: Palacio Real, Makkalet
Personajes: Lykas
Lykas regresa del campamento de los comandantes para informar al rey que hay un comando infiltrado en al ciudad, pero éste parece distraído. Está preocupado porque la reina se ha marchado hace rato a los jardines y todavía no ha regresado.
Kharam-Akkad sorprende a Conan hablando con Caissa y le envía un soldado muerto viviente para que lo ataque, pero Conan ataca directamente al mago. Al esquivar el golpe, Conan huye. Al atravesar un pasillo con un gran espejo, ve su propio reflejo esquelético que intenta atacarlo, pero Conan rompe con su espada el espejo que se hace añicos. Tras atravesar un pasillo entra en una gran sala con un hombre sentado en un trono, presumiblemente Tarim, pero al acercarse el suelo se abre y cae al subterráneo donde es atacado por el Mastín Negro. Conan logra vencer al temible can y huye del templo a través de una cueva que da a la costa.
Balthaz regresa a la embarcación y ordena arrojar por la borda a todos los guerreros que ya han muerto. También manda tirar a Fafnir, que todavía se encuentra vivo, aunque incapacitado por la pérdida de su brazo.
Conan regresa a bordo de la embarcación turaniana. Allí descubre que Balthaz a tirado sin motivo a Fafnir por la borda del barco junto a los muertos en la batalla. Enfurecido, Conan lo mata con su propia cimitarra. Como consecuencia tiene que luchar por su vida contra varios soldados hasta que Yezdigerd se interpone en su camino. Tras matarlo también a él, Conan salta por la borda y se marcha nadando bajo una intensa lluvia de flechas.