La maldición rota
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Raizo lleva una copa llena de sangre de oveja a Júbilo, quien permanece encerrada en una celda, pero la chica la rechaza de un manotazo. Raizo le asegura que su ansia de sangre humana no tiene nada que ver con el sustento. La chica se exaspera e intenta atacarlo, pero el experto vampiro elude sus torpes ataques con facilidad y vuelve a dejarla encerrada. Los Perdonados discuten sobre Júbilo, Inka es de la opinión que no todos los reclutas salen bien y que no pueden poner en riesgo al resto del grupo. Raizo sigue creyendo en ella y piensa que es la sangre de Lobezno la que deja a la chica en una situación fuera de lo normal. Visigodo en cambio se alegra que no se rindieran tan fácilmente con él cuando estuvo pasando el síndrome de abstinencia. Finalmente Inka, la principal detractora de Júbilo, es nominada para llevarle sangre, pero de nuevo Júbilo lo rechaza. Más tarde Raizo vuelve a intentarlo, pero de nuevo no consigue que Júbilo beba la sangre, así que decide que sea Tiro Raudo quien lo intente de nuevo, ya que cree que al ser el que más reciente se ha transformado quizás pueda llegar a ella. Pero Júbilo lo coge por sorpresa y la chica consigue escapar. En una población cercana consigue que un joven le abra la puerta de su casa y lo hipnotiza para chucarle la sangre, pero al ver un espejo y no verse reflejada en él, la chica rechaza su parte vampírica y huye para encontrar a Raizo de nuevo a quien le pide ayuda. En otro lugar, la Patrulla-X termina con un grupo de vampiros del Clan Nosferatu. Tormenta está decidida a encontrar a Júbilo cueste lo que cueste.
