La trampa de Spartax
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J'Son es informado de la captura de los Guardianes de la Galaxia y se sorprende que ellos solos hayan sido capaces de matar a los badoon sin sufrir siquiera una sola baja. El rey no desea darles ningún trato de favor y ordena que los encierren en el planeta prisión viviente, el Consejero le replica que el terrícola no duraría ni un solo ciclo lunar ahí, pero el rey ha hablado. En otro lugar Tony Stark es despojado de su armadura y colocado en un tanque de animación suspendida como al resto de los Guardianes. Mientras remolcan la nave, un grupo de soldados recogen el arsenal de los Guardianes sin reparar en el trozo de madera de lo que queda del cuerpo de Groot que empieza a crecer en la maceta donde lo depositó Mapache Cohete. J'Son vuelve a reunirse con el Cónclave Real acusando a Y-Graaar de no saber controlar a su imperio al haber permitido que se atacase la Tierra. Y-Graaal se enfurece y echa las culpas a la facción femenina de los badoon. Después de que J'Son se retine, la Inteligencia Suprema intenta empujar a Y-Graaal a que tome medidas contra J'Son, pero Gladiador sospecha que las artimañas de J'Son van mucho más allá de lo que creían en principio. En el crucero de guerra spartoi, Groot irrumpe violentamente en la sala de prisioneros liberando a sus compañeros. Entre todo el grupo y con las armas a mano no tardan en tomar el control de la nave. En lugar de escapar directamente, Peter Quill lanza un mensaje a todas las naves de la flota spartoi dirigiéndose a ellos como su Príncipe Starlord y les asegura que si su padre es capaz de tratar a su propio hijo de esa forma por detener una invasión hostil contra la Tierra ya pueden imaginarse el respeto que tendrá por cualquier otro soldado y les invita a reflexionar la próxima vez que reciban una orden.
