Sangre en el éter
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Un grupo de hombres están excavando una fosa para enterrar en ella a Reggie, la persona que los a timado en una estafa piramidal. El Orbe ha llevado al Doctor Extraño en su taxi para presenciar como lo matan, pero al verse descubiertos los tipos salen corriendo y Reggie les grita que sabe quienes son y va a demandarles. El Orbe tiene incrustado en su pecho el ojo del Vigilante y sabe que Reggie merecía lo que iba a pasarle. Asegura que está para continuar la faena del Vigilante y observar sin intervenir, pero aún así al ver que Reggie se va a salir con la suya lo atropella y lo mata. Cuando el Doctor Extraño le recrimina su actitud, Orbe se justifica alegando que a veces da un empujoncito a la gente y que eso no lo considera intervenir. Entonces Orbe lo lleva a la ciudad y por poco se cruzan con Wong y Zelma quienes están buscando a Extraño a bordo del avión fantasma pero pasan de largo. La siguiente parada de Orbe tiene lugar en un edificio, donde un hombre duerme. Orbe se asoma por la ventana y le susurra que tiene razón sobre sus vecinos que creen que es un rarito y le sugiere que debería matarlos a todos. Orbe está ayudando a las almas en dificultad a alcanzar su verdadero potencial. Locos que aún se aferran a los últimos resquicios de su locura, asesinos sin valor, anarquistas sin suerte. También ha estado observando al Doctor Extraño y le asegura que ha venido a ayudarlo. Extraño logra romper la ventanilla del taxi y usa un conjuro pegadizo para poder moverse por la pared del edificio en el que se encuentran. Sus puñetazos no hacen nada a Orbe, quien lo neutraliza con facilidad y lo ata al capó del coche. Asegura que va a ayudarlo a enfrentarse a sus pecados, les guste a ellos o no. En otro lugar, el Barón Mordo realiza un conjuro de rastreo mientras va matando a un grupo de rehenes que tiene atrapados. Dormammu se encuentra a su lado poseyendo un cuerpo e insultándolo constantemente por lo que él considera su incompetencia. Un poder oculta a Extraño y Mordo no es capaz de atravesarlo, así que mata al poseído de Dormammu para dejar de escucharlo. Orbe ha llevado a Extraño hasta un edificio abandonado rodeado de animales muertos. Allí se encuentra el Señor Agonía, quien se sorprende al ver a Extraño. Orbe asegura que no va a intervenir, pero antes de que el Señor Agonía pueda hacer nada al hechicero, Zelma y Wong aparecen pilotando el biplano. Zemla dispara sobre el taxi rompiendo las ataduras de Extraño quien ataca al Señor Agonía. Entonces aparece el Barón Mordo que lanza un rayo sobre el engendro mágico asegurando que nadie va a matar a Extraño más que él. Pero Orbe ataca a Mordo. Ya ha tenido demasiadas oportunidades y él las ha visto todas. Extraño se encara a sus tres adversarios cuando tiembla el suelo y se abre apareciendo Dormammu. Se ha cansado de esperar y ha llegado el momento de acabar con su enemigo.
