Royals

Flint dirige una plataforma que se desplaza a través de un sistema de raíles sobre la Ciudad-Mente. Nadie más que él ha sido capaz de ponerlo en movimiento. El grupo llega al interior de un edificio donde hay un gran cristal de Materia Prima en forma de diapasón, parecido al que lleva Rayo Negro o Mandíbulas en la cabeza. Dos Progenitores clase exterminador y clase destructor aparecen y los atacan. Swain toca el gigantesco diapasón su poder es tan grande que llega a enlazarla con Panacea. Swain la echa de menos y hubiera deseado quedarse con ella. Aunque Panacea no puede sentir emociones, Swain le resulta fascinante y la calidez de su cola en la suya es agradable. Mejora su vida de modo objetivo. No sabe si eso es amor, pero son inhumanas y no se deben a los patrones del mundo humano. Swain toma conciencia de lo que ocurre a su alrededor cuando cae cerca suyo Noh-Varr envuelto en llamas. Gracias al poder ampliado de la Materia Prima toma el control de los dos Progenitores y logra que se destruyan entre sí. No les queda mucho tiempo, ya que se acerca hacia ellos un nuevo y más numeroso grupo de Progenitores. Flint agarra toda la Materia Prima que puede y los inhumanos se marchan volando dejando atrás a Gorgón. Usando su poder ampliado por la Materia Prima, Gorgón se carga de energía y con sus pezuñas destruye el planeta entero.

El Rey de la Luna ha transformado parte de la columna en una especie de golem de Materia Prima con él en su interior. Tanto él, como el Acusador y el Último Inhumano se preparan para la llegada de los Progenitores. El gran día de la ira ha llegado otra vez ¿quién será capaz de resistir?